lunes, 19 de mayo de 2008

EL ÚLTIMO RELATO


Todas las luces estaban apagadas, a excepción de la lámpara de su escritorio. Sobre él, unos folios en blanco y una pluma, presta para iniciar una nueva historia. Siempre le había gustado escribir con pluma, desde que su pasión por escribir se le reveló. Para él los ordenadores eran algo muy útil, sin duda, pero no para escribir, sus novelas. Lo había intentado, pero algo lo hacía sentirse frío, como un robot, cuando no sentía el papel bajo su puño, y el suave rasgar de la pluma sobre él.
Su agente, al principio, le había insistido en aquel tema, pero había conseguido llegar a un acuerdo, por el cual una persona debía mecanografiar las obras al mismo tiempo que se corregían. Se le consentía a pesar del retraso que suponía y de la complicación que, en ocasiones, provocaba a la hora de trascribirlas. ¿Pero cómo no? ¿Acaso no era uno de los escritores que más beneficios le procuraba a la empresa? Sus libros se vendían bien en España y en Sudamérica, y llevaba más de treinta años en la brecha.
Estaba sentado en la silla de su despacho, una leve música lo acompañaba. Siempre había música, cuando se sentaba a escribir.
La única diferencia era que llevaba allí casi dos días, en esa misma postura, sin apenas, haber comido, bebido o haberse, si quiera, levantado de aquella silla. No era extraño que le costara iniciar una nueva obra, de hecho era algo normal, pero cuando eso ocurría, era más bien, que no tenía clara la forma de enfocarlo. El papel en blanco puede ser un precipicio muy profundo, que llega a provocar vértigo hasta al más experimentado escritor. Esa era una de las grandes verdades que había descubierto a lo largo de su experiencia.
Pero en aquella ocasión, no había trazado una sola sílaba sobre aquel papel, nada, seguía tan inmaculado, tan elegante, tan frío, tan descarado, tan desconcertante como hacía dos días.
Se sentía hueco por dentro, vacío, como si su interior estuviera acolchado. Intentó llenarlo bebiendo, pero aquello sólo hizo que la sensación de vacío se incrementara, y un dolor de cabeza, que no contribuía a aclarar su estado.
¿Era eso a lo que llamaban el bloqueo del escritor? No lo creía. Para que eso sucediera debía haber algo que bloquear, algo dentro de su cabeza, dentro de él, pero no era así, simplemente no había nada. Sólo esa sensación de vacío, de cartón, como si su estómago fuera de piedra, y su cuerpo no pudiera sentir.
Fue, entonces, cuando cayó en la cuenta. No le quedaba nada por contar, nada por compartir. Cuarenta años de profesión le habían dejado seco por dentro, ya no tenía más, se había vaciado y no quedaba más que lo hecho hasta ahora.
Cuando llegó a esa conclusión se serenó, todo encajó, ya no tenía que preocuparse, aquello no tenía solución. Bueno, de hecho sí que tenía, incluso tenía dos soluciones. Una de ellas era levantar el teléfono decirle a su agente que tenía una nueva novela escrita; sólo tenía que hacer uso de la petición que le hizo el joven estudiante de literatura que le suplicó que leyera su obra. No sabía por qué, pero lo había hecho y era buena, simplemente podía publicarla antes de que se enterara y quién iba a demostrar que no era suya, la puliría, la maquillaría, y listo, no tendría nada que hacer. Pero sabía que aquello, sólo era un juego mental, no podría terminar su carrera siendo un fraude, no se lo merecía, él se había dedicado a esto por pura vocación, sino incluso por necesidad, era algo que lo arrastraba sin remedio. No, había otra solución y sabía cual era, de hecho lo tenía decidido.
Se levantó y se dirigió al mueble bar, donde se sirvió una copa y cambió la música. Descolgó un cuadro, tras el que se ocultaba la caja fuerte. Introdujo la clave y la abrió. Dentro había algo de dinero, un ejemplar de su primer libro de tirada internacional, un manuscrito y algo envuelto en un trapo.
Se apoderó del manuscrito y del objeto envuelto. Miró de soslayo el libro y volvió a cerrar la caja fuerte. Colgó el cuadro y se encaminó al escritorio. El papel en blanco y la pluma seguían allí inamovibles, inmutables, pero aquello ya no le preocupaba, había llegado el momento y lo sabía.
Se bebió de un sorbo la copa la dejó a un lado de la mesa, desenvolvió lo que había encontrado en la caja fuerte. Era una pistola. Brillaba. La había comprado en un impulso, años atrás, pero sabía que la guardaba para ese momento, cuando la tuvo entre sus manos lo sintió.
El manuscrito estaba a su izquierda, era una novela que había ido escribiendo a lo largo de su carrera, no podía ser de otra manera, puesto que versaba de su propia vida. Todo estaba allí, desde sus inicios, su juventud, sus anécdotas, hasta la madurez de su vida, sus momentos más escabrosos, sus tejemanejes, de toda su existencia. Todo aquello que era digno de mención (aunque tal vez no todo fuera muy digno) estaba allí, sus amantes, sus enemigos, sus maldades, sus disparates, y manías, sus lados oscuros, aquellos que había conseguido ocultar a todos. Sólo imaginar la cara que pondría su agente lo hacía sonreír. Ella. Aun recordaba como la conoció, como lo había convencido, o más bien cautivado, con su fuerza, su descaro, su arrogancia, su cinismo, y sobretodo con su ironía, a pesar de su tremenda juventud.
Había logrado que dejara a su primer agente y no se arrepentía de ello, tenía un instinto sobrecogedor para los negocios, la publicidad y por qué no decirlo, para los chantajes, y trapos sucios, no sabía como conseguía conocer todos aquellos detalles ajenos, pero le servían en su trabajo, de eso no había duda. Se codeaba con los grandes y se movía como pez en el agua. Con los años se había creado una fama de tiburón que tenía fundados motivos.
Ella había sido su amiga, su conciencia, su amante ocasional, su madre en algunos momentos de locura, su musa, su desahogo, e incluso su confidente para determinados casos. Ahora, como muchas veces antes, se preguntaba por qué no había otro tipo de relación entre ellos. Pero como siempre, llegaba a la misma conclusión, los dos estaban hechos de la misma pasta y no podrían entregarse a otra persona que no fueran ellos mismos y sus carreras, en sus vidas no cabía ninguna otra cosa, al menos habían compartido grandes momentos. Ella lo entendía.
Sí, ella sabría que hacer cuando lo encontrara. Aquel manuscrito era lo último que quería publicar, lo único que le quedaba por mostrar. Siempre se había negado a que le realizaran una biografía, si alguien debía escribir su vida ese era él, porque no había manera de mentirse a uno mismo, cuando se echa la vista atrás y se cuenta la verdad de tus propios momentos. Pero no quería estar allí cuando eso se diera a conocer. No deseaba ver su vida desmenuzada en programas de televisión, ver como hacían mella en aquello de lo que no estaba orgulloso, de sus errores, sus malos actos, que habían sido muchos.
Colocó la pistola en su sien derecha y sin una sola vacilación, sin despedirse de la vida, ni de los vivos, apretó el gatillo y se fue.
Su cuerpo calló sobre la mesa y por fin el papel dejó de ser blanco, impoluto, para llenarse de ese color rojo que iba creciendo por momentos, llenándolo todo.
El manuscrito y futura póstuma novela había recogido, incluso, aquel último momento, ya que sabía exactamente como acabaría aquello, por eso compró la pistola aquel día, lo tenía todo planeado. Sabía de antemano cual sería el final del libro, el nudo era lo único que había tenido que ir descubriendo, lo que le había hecho avanzar en la vida. Su último escrito se encontraba a la izquierda de lo que ya era un cadáver y lucía una primera hoja en la que podía leerse el título: “Lo que cuenta mi propia sangre”, y sobre él como ulterior detalle del destino, se habían precipitado varias gotas de ese mismo líquido de vida. Esa sería la imagen de la portada del libro, que más ejemplares vendería en toda su carrera.
Ella fue quien hizo la dedicatoria del libro, no podía ser de otra manera:
“Y él sonríe desde donde está y es libre para afilar su pluma y contar, sin miramientos, hasta el último de nuestros pecados, ya que se quedó libre de los suyos con este libro. Te maldeciré por irte tan lejos sin decirme adiós y te echaré de menos, hasta que volvamos a vernos, en nuestro propio infierno”

martes, 6 de mayo de 2008

SOLUCIONES DE CINE


Bueno chicos/as es el momento de la entrega de premios. Aquí os dejo el resultado del juego, lo habéis hecho muy bien, la verdad es que era muy difícil, pero ha sido divertido ver vuestros comentarios, y como os habéis esforzado:


1. Realmente mañana será otro día. (Lo que el viento se llevó) (Lo resolvió Doña Tecla)

2. No permitiré que nadie te arrincone. (Dirty Dancing) (Lo resolvió Matriarca)

3. ¿Qué quieres de mí?
-Quiero el cuento completo
.
(Pretty Woman) (Lo resolvió Petardilla)

4. Si te pregunto por el amor me citarás un soneto, pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable (El Indomable Will Hunting) (Lo resolvió Doña Tecla)

5. Nunca llueve eternamente. (El Cuervo) (NO resuleta, es la escena cuando salva a la niña de un atropello, es parte de una canción del grupo del protagonista)

6. Por la mañana seremos historia. (Antes del Amanecer) (NO resuelta, una de las frases de Ethan Hawke)

7. El odio es un lastre, la vida es demasiado corta para estar siempre cabreado (American History X) (Lo resolvió Carlota)

8. A veces es más fácil vivir en la mentira. (Atrápame si puedes) (NO resuelta) (Frase de Tom Hanks)

9. Dame tu mano, ¿sabes qué es esto? Es mi corazón... y está roto ¿Puedes sentirlo? (Grandes esperanzas) (NO resuelta, es una de las mejores escenas de la película sin duda, de Ethan Hawke)

10. Somos el resultado de la suma de todos los momentos de nuestra vida (Antes del amanecer, otra de las grandes frases de esta película de Ethan Hawke)

11. Todos los hombres mueren, pero no todos realmente viven (Braveheart) (NO resuleta, frase de arenga de Mel Gibson)

12. La esperanza es muy peligrosa puede volver a un hombre loco. (Cadena Perpetua) (Resuelta por Möbius)

13. La venganza no lo es todo, pero ayuda. (El Golpe) (NO resuelta frase de Robert Redford )

14. Pase lo que pase mantente con vida. Iré a buscarte. Por mucho que me cueste, por muy lejos que estés te encontraré. (El último Mohicano) (NO resuelta, frase de Daniel Day-Lewis, antes de entregar el fuerte)

15.Tú tienes algo que él no tiene... tienes corazón. (Equipo a la fuerza) (NO resuelta frase de Gene Hackman, cuando sustituye a Keanu Reeves)

16. La muerte no detiene al amor lo único que puede hacer es demorarlo. (La princesa prometida) (NO resuelta, cuando se reencuentran)

17. Siempre resultó ser demasiado tiempo. (Leyendas de pasión) (Resuelta por Doña Tecla, Frase de Julia Ormond, a Brad Pitt tras su regreso)

18. Ahora esta mujer es suya. He pagado a mi zorra. No te debo nada, no eres nada para mí. Gracias por curar mi ridícula obsesión por el amor. (Mouling Rouge) (Resuleta por Marcbranches)

19. Nadie es un fracaso si tiene amigos. (Que bello es vivir) (Resuelta por Herman)

20. Soy un juguete del destino. (Romero + Julietta) (Resuelta por Doña Tecla)

21. Mañana volveréis a ser mi enemigo.
-Tú sigues siendo mi enemigo hoy, pero incluso entre enemigos puede haber respeto
.
(Troya) (Resuelta por Ciudadano)

22. No creo que pueda ver otra puesta de sol sin pensar en ti. (Pearl Harbor) (NO resuelta, frase de Kate Beckinsale a Ben Affleck, antes de despedirse)

23. El me salvó de todas las formas posibles en que puede salvarse a una mujer. (Titanic) (NO resuelta, frase que la anciana dice a su nieta cuando termina de contar la historia)

24. A veces te echo tanto de menos que no lo soporto (Brokeback Mountain) (NO resuelta, frase del último encuentro de los dos en la montaña)

25. Hemos acabado con las mentiras y los mentirosos en este casa. Cierra la puerta con llave. (La gata sobre el tejado de Zinc) (NO resuelta, Ultima frase de la película, con la que se cierra la última escena, dicha por Paul Newman)

26. Creo que vas a perder ese avión nene.
-Lo sé
(Antes del Atardecer) (Resuelta por Doña Tecla)

27. Lo nuestro no acabó jamás ha acabado. (El Diario de Noa) (NO resuelta, frase de Ryan Gosling, cuando intenta recuperarla, junto al embarcadero)

28. ¡O tú o yo o los dos hemos de ir con él! ¡O tú o yo o los dos hemos de ir con él! (Romeo + Julietta) (NO resuelta, es la frase que Leonardo Di Caprio, le dice a Teobaldo antes de matarlo, después de que éste mate a Mercucio, es la escena con más fuerza de la película, con toda seguridad)

29. Lo que no sé...Todas las cosas que no sé, podría matarte si llego a saberlas... Y no es broma. (Brokeback Mountain) (NO resuelta, frase de Heat ledger cuando cela a Jake Gyllenhaal, en el último encuentro entre ambos, es una gran actuación)

30. ¿Qué te gustaba de nosotros?
-La forma en que bailábamos. (La leyenda de Bagger Vance) (NO resuelta, conversación entre Matt Damon y Charlize Theron, cuando ella quiere saber que echó de menos de ella en ese tiempo)

31.Tengo más razones para odiarte que cualquiera... pero he descubierto que aun sigo creyendo en ti. (Robin Hood) (NO resuelta, frase de Christian Slater, cuando desvela que es hermano de Robin Hood)

32. Me has dado muchas razones para no casarte, pero aun no has dicho lo único que podría convencerme
-¿Qué es?
-Dime sencillamente que no me quieres
. (Marcado por el odio) (NO resuelta, conversación entre Paull Newman y Pier Angeli, ante el juzgado antes de dar el paso)

33. Ahora es cuando tú me dices "espera, no te vayas".
-Lo siento no se como funciona esto
.
(Mil ramos de rosas) (NO resuelta, Conversación entre Christian Slater y Mary Stuart Masterson, al final de la película, cuando intenta retomar la relación)

34. Eso es lo que hacemos discutir........ No será fácil, va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días y quiero hacerlo porque te deseo. (El Diario de Noa) (NO resuelta, frase de Ryan Gosling, para intentar que ella no lo deje nuevamente)

35. ¿Es qué ya no queda nada entre tú y yo? ¿Ni aun amor?
-Hasta el aire me parece que me falta cuando no te tengo junto a mí... Pero yo sé que todo lo que haga a partir de este momento será para ti un dolor como jamás habrás sufrido. Será mejor que dejes de quererme!!
(Y esta que es una de mis favoritas imagino que os sorprenderá pero es nada más y nada menos que de BEN HUR!!!) (NO resuelta, es la conversación entre Charlton Heston y Haya Harareet, cuando ella le suplica que no se enfrente a Mesala, pero él no está dispuesto a dejar su odio a un lado) Me encanta esta escena!!!.


Bueno eso ha sido todo, he intentado decir cual es la película y ubicaros un poco, sin contar mucho de la película por si no la habéis visto.

¿Qué, ahora os suenan más?


Debo conceder el premio al cinéfilo del blog derecho a desconectar, cinéfila en este caso, a Doña Tecla, por sus merecidos aciertos y su capacidad de memoria!!! Sin duda ha visto muchas de las películas que salen aquí, para ella el galardón honorífico!!! Y estos aplausossss!!!! (Plas, plas, plas)


Hasta la próxima desconexión!!!!!!!